El 2020, por supuesto, es sólo una fecha conveniente para las predicciones de unos 10 años de diferencia. «No es más particularmente interesante, en mi opinión, que el 2019 o el 2021», dice Mike Liebhold, un distinguido miembro del Instituto para el Futuro, y un experto en tecnología con un currículum que incluye trabajos con Intel, Apple e incluso Netscape.
Liebhold ahora ayuda a los clientes a tener una visión a largo plazo de sus negocios para que puedan tomar mejores decisiones a corto plazo.
Él y sus colegas del Instituto para el Futuro no ayudan a los clientes a leer las hojas de té, pero sí les ayudan a leer lo que él llama las señales – esas cosas que se pueden ver en el mundo hoy en día que permiten hacer pronósticos razonables sobre lo que nos depara el futuro.
- Los coches se conducirán solos
Ha sido un sueño de, bueno, casi todo el mundo, desde Google y DARPA hasta los propios fabricantes de automóviles: seguridad total y facilidad de transporte gracias a los coches auto-conductores.
Se está haciendo movimiento, pero el primer obstáculo que hay que superar es uno grande: Conseguir que todos estos coches heterogéneos se hablen entre sí. Aún no tenemos la infraestructura inalámbrica, globalmente hablando, para conectar todos nuestros coches con toda nuestra tecnología de tráfico.
- Controlaremos los dispositivos a través de microchips implantados en nuestros cerebros
El cerebro humano sigue siendo el gran desierto no conquistado de la biología, y aunque la idea de engranar el poder bruto de la mente humana con el estímulo electrónico y la capacidad de respuesta ha existido desde hace mucho tiempo.
Tanto en la ciencia ficción como – hasta cierto punto – en la realidad, es probable que no controlemos nuestros dispositivos con un pensamiento en el 2020 como Intel ha predicho.
Aunque actualmente es posible implantar un chip en el cerebro e incluso conseguir que responda o estimule la actividad neural bruta, simplemente no entendemos el matiz del cerebro lo suficientemente bien como para crear el tipo de interfaz que le permitiría canalizar la navegación simplemente pensando en ello.
«Las comunicaciones neuronales son tanto químicas como eléctricas», dice Liebhold. «Y no tenemos ni idea de cómo funciona, particularmente en la semántica de la comunicación neuronal.
Así que sí, alguien podría ser capaz de poner la electrónica dentro del cráneo de alguien, pero personalmente creo que sólo va a ser nominalmente útil para aplicaciones terapéuticas muy, muy estrechas».
- Todas las nuevas pantallas serán OLEDs ultrafinos
La tecnología de la pantalla se mueve increíblemente rápido. Ciertamente todavía habrá algunas pantallas «antiguas» de monitores LCD colgando en el 2020, pero en lo que respecta a las nuevas existencias, es fácil ver a toda la industria cambiando a superficies OLED delgadas como el papel, muchas de ellas con capacidad táctil.
«Así que las superficies se convertirán en computacionales», dice Liebhold. «paredes, espejos, ventanas. Creo que eso es legítimo».
- Un ordenador de 1.000 dólares tendrá el poder de procesamiento del cerebro humano
El jefe futurista de Cisco hizo esta predicción hace un par de años, y parece razonable en cierto modo. No la inteligencia, en realidad, sino puramente la «habilidad, el número de ciclos», como dice Liebhold, está en camino dada la Ley de Moore.
- La traducción universal será común en los dispositivos móviles
Esta está bajo un intenso desarrollo, tanto en formas prácticas como Google Translate y otras más locas de DARPA. La traducción probablemente ocurrirá en la nube, consultando con cuerpos masivos de conocimiento de idiomas compilados por empresas y gobiernos.